El ser abogado, es ser instrumento para servir a los demás en las diferentes tareas que la vida nos coloca cada día para ser verdaderos ciudadanos.
Ser abogado, tiene en todos los aspectos de la vida un lugar obligado para hacer respetar los deberes y derechos de los más necesitados o también de aquellos que por vicisitudes de la vida han caído, pero que se han levantado para abrir las alas y poder hoy en día volar más allá del sol.
Ser abogado, tiene en todos los aspectos de la vida un lugar obligado para hacer respetar los deberes y derechos de los más necesitados o también de aquellos que por vicisitudes de la vida han caído, pero que se han levantado para abrir las alas y poder hoy en día volar más allá del sol.
En este mundo tan carente de valores, el abogado juega un papel fundamental, estamos llamados a ser garantes de la ley en aquellos momentos cuando se vulneren los derechos humanos de los más débiles.
El abogado está en la obligación moral de ser un auténtico conocedor de la ley, no solo como formación académica, sino también como desarrollo personal, a fin de convertirse en un servidor de toda la sabiduría que Dios le otorga al convertirse en un profesional del derecho. Aunque existe tanta corrupción en la sociedad en que vivimos, la colectividad sigue creyendo en el abogado, en aquel que puede conseguir la redención, la libertad y el encuentro de muchos que lo daban todo por perdido.
El abogado está en la obligación moral de ser un auténtico conocedor de la ley, no solo como formación académica, sino también como desarrollo personal, a fin de convertirse en un servidor de toda la sabiduría que Dios le otorga al convertirse en un profesional del derecho. Aunque existe tanta corrupción en la sociedad en que vivimos, la colectividad sigue creyendo en el abogado, en aquel que puede conseguir la redención, la libertad y el encuentro de muchos que lo daban todo por perdido.
Debemos ser abogados de reconciliación y no de disolución, agotando las más inhóspitas vías para seguir uniendo hogares y no mantener el divorcio como fuente de enriquecimiento profesional. En San Ivo y en San Alfonso María de Ligorio, encontramos ejemplos a seguir de lo que es un abogado, el cual va más allá del conocimiento científico de la carrera, para convertirse en un servidor integral a la humanidad.
Por ello, hago extensivas las más efusivas felicitaciones,en nombre de Luchadores Sociales Bolivarianos del Frente Francisco de Miranda del municipio Seboruco a los que a diario se desenvuelve en el mundo del derecho con el bastión inmutable de la honestidad y la probidad, ondeando la bandera de la ética como la más inalienable de las virtudes que posee esta profesión. Sigan adelante, es hora de seguir haciendo de esa opción de vida, la más integral, la más justa y sobretodo la más humana, para hacer de la libertad del hombre el don más preciado que Dios nos da. A todos, Dios les bendiga.
“No existe ni la más mínima duda en que el ser abogado es ser instrumento para que se haga justicia donde existe la injusticia.”
Anónimo.
Patria, socialista o muerte……Venceremos.
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