Hace 8 años el Comandante Chávez y el Comandante Fidel aparecieron por los pasillos de la CUJAE… La Habana, tarde encapotada, amenaza de lluvia, brisa fresca del Caribe, 29 de junio del 2003. Como dice el canto que llevamos en el corazón y que fielmente nos identifica “cuando el cielo mostraba tormentas surgió un rayo de sol y esperanza”, cierto, la lluvia caía y allí frente a todos llegaron para hablar con nosotros; portadores de la luz, de la esperanza; los Comandantes de la Revolución. Traían una idea concebida y nos la lanzaron cual reto, dos gigantes haciéndonos despertar de nuestros sueños… a la gloria… pero no a la gloria de ser grandes, si no a la de ser útiles a la Patria.
Habíamos llegados unos cuantos días antes a hacer un curso en Cuba y ahora los líderes de la Revolución nos llamaban por nuestros nombres a conformar el núcleo originario de un gran frente para la batalla social, a convertirnos en punta de lanza de la Revolución Bolivariana. Y vaya que analogía, digo por aquello de “cuando el cielo mostraba tormenta”, nuestro país había vivido desde diciembre de 2001 y hasta pocos días antes, de aquel; siempre presente en nuestros corazones; encuentro con la historia, una dura lucha contra la oligarquía apátrida que se negaba a aceptar que el pueblo de Bolívar había decidido cambiar su destino, habíamos enfrentando un golpe de estado y un saboteo criminal al corazón económico de nuestra nación, PDVSA, derrotándolos gracias al profundo amor del pueblo por su líder y a su decisión inquebrantable de tomar el camino que el Padre Bolívar nos había señalado hace 200 años.
Habíamos llegados unos cuantos días antes a hacer un curso en Cuba y ahora los líderes de la Revolución nos llamaban por nuestros nombres a conformar el núcleo originario de un gran frente para la batalla social, a convertirnos en punta de lanza de la Revolución Bolivariana. Y vaya que analogía, digo por aquello de “cuando el cielo mostraba tormenta”, nuestro país había vivido desde diciembre de 2001 y hasta pocos días antes, de aquel; siempre presente en nuestros corazones; encuentro con la historia, una dura lucha contra la oligarquía apátrida que se negaba a aceptar que el pueblo de Bolívar había decidido cambiar su destino, habíamos enfrentando un golpe de estado y un saboteo criminal al corazón económico de nuestra nación, PDVSA, derrotándolos gracias al profundo amor del pueblo por su líder y a su decisión inquebrantable de tomar el camino que el Padre Bolívar nos había señalado hace 200 años.
En esas condiciones históricas concretas, era necesario conformar el núcleo originario de un nuevo actor social, político, para insertarlo en el campo de batalla, en el tablero de ajedrez de la sociedad venezolana, donde se estaban librando fuertes confrontaciones entre los opresores de siempre y el pueblo explotado históricamente, nos llamaban los gigantes a insertarnos en medio de esas luchas y convertirnos en catalizadores de la organización, formación y movilización revolucionaria del pueblo, a fusionarnos con la masa y a desplegarnos aquí y allá, a escondernos, a atacar, a retirarnos, a aparecer, a desaparecer, a estar en todas partes, a ser invisibles, a ir hasta las nubes si fuese necesario y si la revolución lo requiriese, en la lucha por ganar las mentes y las almas de nuestro pueblo para la transformación revolucionaria que se venía gestando desde hacía ya algún tiempo.
En aquel momento, como ahora, pero con un mayor nivel de intensidad se estaban viviendo tiempos cruciales. “Está muriendo una época y está naciendo otra época y ustedes tienen la dicha como jóvenes cubanos, venezolanos, latinoamericanos, caribeños, de estar viviendo la transición de una época.” Así comenzaba el Comandante Chávez a darnos la histórica tarea, que aceptábamos con el corazón henchido de orgullo patriótico y revolucionario.
Tres meses después en la Caracas del Libertador Simón Bolívar, en el Teatro que tantas veces nos ha visto concentrarnos, el Teatro Teresa Carreño, y ya, por su puesto, en nuestra querida y amada patria y luciendo orgullosos el nombre de nuestra organización: Frente de Luchadores Sociales Bolivarianos “Francisco de Miranda”, el Comandante Chávez salía a nuestro encuentro, nos recordaba a Miranda, nos explicaba a Miranda, nos revivía a Miranda, a Bolívar, a O`Higgins, a Guaicaipuro y con palabras del Precursor nos recordaba que “no habrá un solo día en que no les ocurra algo que los haga desistir de su propósito, deberán tener una voluntad de hierro para no abandonar la causa revolucionaria”.
A partir de allí los encuentros, las amistades, las tareas, los amores, los viajes, que decir de las misiones: “Identidad”, “Barrio Adentro”, “Energética”, “José Gregorio Hernández”, “Alimentación”, “Vuelvan Caras” …cada una de las batallas electorales… ¡”Maisanta” que son bastantes!... desplegados en la selva, en el llano, en las montañas… organizando y elevando la conciencia junto a nuestro pueblo, empujando para que lo que tiene que morir muera y lo que tenga que nacer nazca…
Era ya el 28 de junio del 2004, un año tenía madurando el Frente “Francisco de Miranda”, se podía decir que ya había abierto camino, consciente de la necesidad histórica de generar un instrumento político para la revolución de nuevo tipo, instrumento destinado a organizar, movilizar y formar al pueblo en la búsqueda de construir la Revolución Bolivariana, allí el Comandante Chávez nos decía:
“Allá donde haya debilidad, allá tienen que ir ustedes. Allá donde haya incomprensión de este proceso, allá tienen que ir ustedes. Allá donde haya zonas oscuras, confusiones, allá tienen que ir ustedes. Allá donde haya desmoralización, allá tienen que ir ustedes. Allá donde haya un flanco descubierto, allá tienen que ir ustedes. Allá en la retaguardia donde se ponga en riesgo la misión general, allá tienen que ir ustedes. Ustedes deben ser versátiles, plenamente versátiles, listos para cualquier cosa, en cualquier frente, en cualquier flanco, en la vanguardia, en la retaguardia, en la izquierda, en la derecha, bajo la tierra, en las nubes o más allá”.
Con estas palabras cierro esta breve y sucinta estructuración de recuerdos, que si bien pudiesen no ser míos, han llegado hasta aquí traídos por la lluvia, por los vientos, por las voces de muchos compañeros militantes de esta idea, por la bandera venezolana ondeando junto a la bandera cubana, por los que están, por los que se fueron, por el brillo en los ojos de un niño, de una niña cuando ven llegar a casa a papá o a mamá después de una larga tarea, por el orgullo de una madre al ver a sus hijos construyendo patria… por el Comandante Fidel y por el Comandante Chávez…MENSAJE DE LA DIRECCION NACIONAL DE FRENTE FRANCISCO DE MIRANDA
¡Feliz Cumpleaños a todos los luchadores sociales bolivarianos miembros del Frente “Francisco de Miranda”!
Comandante Chávez… Ordene!!!
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